Cariló, Buenos Aires, Argentina.
La vivienda responde al contexto natural del bosque insertándose en el último lote disponible próximo a la playa. Hacia el contrafrente, el mar; al frente, la calle y el bosque; y a unos metros, la casa Avutarda 670. La casa organiza el programa de necesidades planteando un nivel semienterrado destinado a los servicios, relacionado directamente con la piscina. Sobre ésta, la planta social, mezclando interior exterior con su pileta, parrilla, asador y parque. En la planta alta se ubican los dormitorios en una caja blanca que vuela en el contrafrente cubriendo la terraza del comedor y en el frente protegiendo la zona de parrilla. Este volumen flota sobre todo hasta apoyarse en una columna que traslada las cargas estructurales, desapareciendo en el agua. En la cima un mirador materializado en madera oxidada. Se buscó, a través de la situación de acceso, generar diferentes sensaciones a medida que la recorremos. Se produce una situación de disfrute, dejando atrás la rutina y el caos de la vida en las grandes ciudades.
