Cariló, Partido de Pinamar, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Casa Travesía es una vivienda de veraneo construida en el barrio Constancia de la localidad costera de Cariló, provincia de Buenos Aires, Argentina.
La impronta de la vivienda responde a lograr diferentes grados de privacidad en un entorno natural pero completamente consolidado con viviendas en su perímetro y un boulevard al frente. La ausencia de veredas y el trazado zigzagueante de las calles generan, frente a la casa, puntos de excesiva proximidad entre el espacio público y el privado. Se plantea, entonces, un esquema que cierra a ambos laterales y se genera un patio/expansión en el frente. El mismo se abre o cierra a la calle según gusto o necesidad, logrando permeabilidad entre los parques de frente y contra frente, o generando un límite contundente entre el patio y la calle al cerrarlo.
El lote plano posibilitó el diseño de una planta pública con plena vinculación a distintos patios exteriores determinados por la propia geometría de la vivienda. La zona pública de la casa funciona como una “L” donde la cocina pivotea para poder servir de forma equitativa tanto la zona de comedor como a la galería y quincho.
El estar/comedor es pasante al vincular el frente con el contra frente. Para regular la privacidad con respecto a la calle y generar el patio, se proyectó un dispositivo con tablones de guayubira colocados en vertical sobre perfiles de hierro conectados por un eje que permite la rotación. La condición móvil de los elementos posibilita distintas aperturas en diversos momentos, dependiendo de la preferencia de los usuarios, la incidencia solar, o de las posibles transformaciones del barrio y su movimiento.
La planta alta es una barra que resuelve los dormitorios y playroom con orientación directa al norte. Aquí, se diseñó un filtro solar con tablones verticales que trabaja con la rotación del sol generando sombras al anteponer-entre exterior e interior- los tablones en distintos ángulos. El simple gesto, pero de compleja resolución técnica, que significa rotar el volumen de dormitorios y colocarlo perpendicular a la planta baja, genera semicubiertos sobre esta planta. Así, se crea un vacío habitable, un complemento ineludible de las actividades interiores, que genera el cobijo y la protección necesaria para prologar las estadías al aire libre.