Cariló, Buenos Aires, Argentina.
La obra se trata una respuesta proyectual a un problema puntual de diseño, buscando satisfacer las demandas funcionales, estéticas y semánticas. La vivienda se encuentra ubicada en un terreno en esquina de 1032 m2 de la localidad de Carilo. Debido a la escasa altura del lote y las restricciones de la zona para modificar la topografía natural, La casa se eleva buscando un vínculo indirecto con el lote, mas visual que funcional. El programa se ve dividido en dos vagones de uso, separando las actividades privadas de los ambientes públicos. Estos vagones dispuestos en “L” y separados por medio nivel de diferencia, se abren al parque de frente en una conformación extrovertida que pretende participar de la calle. El acceso jerarquizado por su altura y las múltiples entradas de luz, se convierte en el nexo entre los distintos volúmenes arquitectónicos; otorgando flexibilidad de uso a los habitantes de la casa y evitando conflictos de privacidad. El juego de la luz natural sobre las distintas texturas, fue una prioridad en el desarrollo del proyecto; buscando que la experiencia arquitectónica sea rica a los sentidos y variable en el tiempo.