Pinamar, Buenos Aires, Argentina.
Ubicada sobre un lote en esquina y rodeada de pinos, fue pensada como una casa de vacaciones. Dos cajas superpuestas en la esquina conforman una “L” en dos niveles. En la planta alta se ubican tres dormitorios y dos baños. Debajo se encuentra el estacionamiento semicubierto y un volumen, el cual contiene la parrilla y otros servicios. En planta baja se proyectó un tabique doble de hormigón con alma de poliestireno expandido, el cual funciona como aislante térmico y protector del ruido. En este nivel funciona un dormitorio con vestidor y baño, lo cual se entremezcla con las vistas al bosque de pinos. Estar, comedor y una cocina central se suceden relacionándose con el parque, hasta rematar en la esquina. El sol y su recorrido configuran diferentes situaciones en la casa. Aberturas en la losa de cubierta tanto en exterior como en interior proponen juegos periódicos de luces y sombras. Dos huecos circulares sobre el acceso, paños fijos sobre vestidor y baños de planta baja y la pérgola en hormigón a modo de peine, configuran diferentes espacios con el pasar de las horas.